Implantología
¿Qué es la implantología?
La implantología inició su desarrollo gracias a un descubrimiento surgido tras numerosos estudios experimentales y clínicos en el campo de la biología, llevados a cabo por la universidad de Göteborg, suecia en los años 60 y en el instituto para biotecnología aplicada en Göteborg en los años 70. Dichas investigaciones iban dirigidas a ampliar conocimientos sobre las posibilidades de reparación y regeneración de los tejidos óseos y medulares y también desarrollaron estudios sobre el diseño ideal de los componentes no biológicos que reunieran los requisitos tisulares para producir la oseointegración a nivel molecular.
El descubrimiento de la oseointegración del titanio se produce al comprobar que las cámaras microscópicas de titanio que se implantaban en el hueso no podían ser retiradas una vez que habían cicatrizado porque la estructura de titanio se había incorporado completamente al hueso.
Desde ese momento se definió la oseointegración como una conexión directa, estructural y funcional entre el hueso vivo y la superficie de un implante sometido a carga funcional.
La idea de aplicar este descubrimiento a la rehabilitación del edentulismo hace surgir en los años 60, tras numerosos estudios en animales, la técnica hoy conocida como implantología dental.
En el año 1965 se trató al primer paciente edéntulo según esta técnica todavía experimental. Desde entonces los estudios e investigaciones para perfeccionar los tamaños y formas de los implantes, así como el tratamiento del titanio para conseguir una oseointegración idónea han sido constantes.
En los comienzos solamente se recurría a la implantología en casos extremos. El escaso nivel de conocimientos y la todavía frágil confianza en esta técnica obligaban a los primeros profesionales a ser cautelosos en la práctica clínica.
Sin embargo los favorables resultados clínicos y el perfeccionamiento de la técnica, unidos naturalmente al esfuerzo realizado por los laboratorios en el campo de la investigación, han ampliado las indicaciones de la implantología hasta niveles en un principio insospechados.
Paralelamente a la mejora de la funcionalidad de los implantes los requerimientos estéticos han aumentado considerablemente de forma que hoy podemos ofrecer una estética impecable en los dientes anteriores, por ejemplo en el caso de traumatismos en personas muy jóvenes. El aspecto de la pieza rehabilitada será idéntico al resto de las piezas sanas, no siendo ya recomendable tallar las piezas colaterales para realizar un puente.
¿Qué es un implante?
El implante es un tornillo realizado en titanio puro y que ha sido sometido a un tratamiento especial en su superficie para garantizar la óseointegración al hueso. Se trata de una prótesis médica biocompatible, apta para ser implantada en el cuerpo humano y por lo tanto sometida a los más severos controles sanitarios desde su fabricación hasta la colocación al paciente.
Es una pieza de alta precisión, diseñada para resistir fuerzas muy considerables, como las realizadas por los maxilares en el proceso de masticación y que debe reunir unas condiciones de mecanización perfectas en cuanto al ajuste de su cabeza con las piezas protésicas que deben colocarse sobre él, de manera que no exista ningún tipo de holgura entre ellas.
Por todos estos motivos es importante trabajar con implantes de calidad reconocida.
Una pieza dental restaurada con un implante se compone de tres partes: el tornillo, el conector y la corona o funda.
Diferentes tipos y tamaños de implantes.
Existen multitud de tipos de implantes en el mercado.
En cuanto al material podemos distinguirlos en implantes de titanio de superficie lisa o de superficie rusa, según el tipo de tratamiento de superficie que hayan recibido.
En un principio todos los implantes eran de tipo liso pero en la actualidad hay estudios que demuestran la mayor rapidez y calidad de oseointegración del implante de tipo ruso.
En cuanto al mecanismo antirrotatorio se dividen básicamente en implantes de hexáno interno, de hexáno externo.
En un principio fue más común la utilización de sistemas de hexáno externo, sin embargo en la implantología actual la técnica más recomendable es la combinación del hexáno interno y el cono, que nos ofrece la capacidad de bloqueo por fricción, que permite realizar una prótesis más estable en el tiempo y nos brinda más posibilidades estéticas en la rehabilitación protésica.
En cuanto a su diseño hay implantes autorroscantes e implantes que no lo son.
El diseño autorroscante ofrece una mayor estabilidad primaria y facilidad de colocación y reduce considerablemente la posibilidad de recalentamiento del hueso durante la cirugía.
Estos implantes tienen un menor índice de fracasos según los estudios realizados.
Los primeros implantes no eran autorroscantes, sin embar la evolución de las casas fabricantes ha desarrollado cada vez diseños más autorroscantes.
La importancia de la prótesis.
Diferentes tipos de prótesis sobre implantes:
Por lo general los pacientes suelen estar bastante informados de lo que son los implantes en lo que se refiere al aspecto quirúrgico, pero muy pocas personas saben las diferentes opciones que hay a la hora de elegir la prótesis.
En todo tratamiento de implantes la prótesis es fundamental, no solamente porque es lo que se verá una vez terminado el tratamiento, sino porque además de ella dependerá el grado de comodidad y funcionalidad y en definitiva la calidad final del tratamiento.
Así pues, es importante tener en cuenta que los tratamientos de implantes constan de dos fases: la cirugía y la prótesis. Y aunque la cirugía resulte siempre más llamativa y preocupe más al paciente, desde el punto de vista profesional la fase protésica es igualmente compleja y requiere conocimientos técnicos precisos, habilidad y un buen sentido de la estética para poder llevarse a cabo con resultados plenamente satisfactorios.
En cuanto a los diferentes tipos de prótesis que pueden colocarse sobre implantes podemos establecer una primera clasificación entre las prótesis removibles (de quitar y poner) y las prótesis fijas.
La prótesis de quitar y poner sobre implantes son las más sencillas y económicas, dado que están elaboradas en resina. La ventaja fundamental de este tipo de prótesis es económica, siendo un tratamiento que puede ofrecer una estética aceptable, si bien la comodidad y funcionalidad pueden no ser muy satisfactorias.
Este tipo de tratamiento requiere un menor número de implantes para su realización y es desde lue un enorme avance en comodidad con respecto a la tradicional dentadura postiza de toda la vida.
Las prótesis fijas se emplean tanto para rehabilitaciones completas (cuando se sustituyen todas las piezas del maxilar a la vez) como para puentes de varias piezas o para piezas unitarias. La prótesis fija va cementada o atornillada sobre el pilar del implante y por lo tanto solo puede retirarse por el profesional en las visitas de control, funcionalmente es el sustituto perfecto del diente natural y permite al paciente comer y hablar igual que si tuviese sus propias piezas.
La prótesis fija se realiza en cerámica y ofrece una estética considerablemente superior a la resina. Habitualmente las prótesis de cerámica sobre implantes se elaboran sobre una precisa estructura de aleación de metales que va recubierta con la cerámica y es de producción totalmente personalizada, sin embar en los últimos tiempos se han empezado a usar en odontología nuevos materiales como el zirconio, que permiten que las prótesis sobre implantes puedan realizarse sin usar metales, favoreciendo una mayor estética y biocompatibilidad.
No es exagerado decir que las piezas cerámicas de calidad son “joyas únicas” de elaboración artesanal y absolutamente personalizada para cada paciente teniendo en cuenta su fisonomía,su anatomía y sus preferencias estéticas. Nunca hay dos coronas iguales.
Doctores de esta especialidad :
Dr. Francisco Gálvez Prieto
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